En esta ocasión experimentamos con el chocolate caliente.
Los niños son unos investigadores natos, tenemos que procurar que satisfagan esta necesidad tan necesaria y proporcionar situaciones en las que puedan poner de manifiesto la observación, la manipulación y otros factores que juegan un papel fundamental a la hora de aprender y desarrollarse. Una gran manera de hacerlo que experimentando con chocolate, puesto que es un elemento que está presente en su entorno cotidiano.
A través de la experimentación con chocolate los niños y niñas han trabajado las diferentes inteligencias:
• Inteligencia musical, puesto que mientras realizaban la sesión han podido disfrutar de la escucha pasiva de música de ambientación.
• Inteligencia lingüística: Los niñ@s van verbalizando lo que sienten mientras realizan la actividad. Además la tutora va haciendo preguntas: ¿ Está caliente, templada, fría ? ¿ Es suave o rugosa ? ¿Huele bien ? ¿ Es dulce, salada, amarga...? ¿ Sabeis hacer alguna letra ?...
• Inteligencia corporal-cinestésica: los niños manipulan el chocolate con las manos, pero también se han visto implicadas otras partes del cuerpo como la cara, los brazos. A partir del movimiento del cuerpo en interacción con el chocolate pintan y estampan sus manos.
• Inteligencia intrapersonal, el chocolate les provoca unas sensaciones a partir de las percepciones, aun así unas emociones que quizás hasta el momento eran desconocidas.
• Interpersonal: los niños se relacionan y observan qué hacen los compañeros.
• Inteligencia lógico-matemática: los niños hacen una representación del espacio del cual disponen, hacen figuras geométricas, lineas curvas, líneas rectas...
• Inteligencia naturalista, los niños al ver el material presentado construyen hipótesis y es cuando experimentan que ven si aquellas hipótesis se comprueban.
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